Mateo 5, 13-16
La luz es para que alumbre e ilumine las sombras del camino. La sal es para que dé sabor a los alimentos y los conserve, los preserve de la corrupción. Este mundo anda entre sombras y la corrupción se ha adueñado de todas las instituciones, públicas y privadas; y de modo especial en nuestro país donde ya no hay gestión ni negocio que no implique la consabida mordida. ¡Mucha sal y mucha luz hace falta para que las cosas se enderecen! Y esa misión de proveerlas está a cargo de nosotros, los cristianos.: "Brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y, sobretodo, glorifiquen al Padre que está en los cielos". La tarea puede ser difícil porque muchos hay que lo que quieren es apagar la luz y corromper la misma sal, para que no se vea el camino y para que todo se corrompa. Pero no olvidemos que "lo que puede parecer imposible para el hombre, para Dios no lo es". Y Él está con nosotros hasta el final del camino.
Propósito: Hoy, y en adelante, procuraré no cohonestar ningún acto de corrupción, ni aceptando ni pagando "mordidas".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario