¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado. Y se curó la mujer desde aquel momento. Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, decía: ¡Retiraos! La muchacha no ha muerto; está dormida. Y se burlaban de él. Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó. Y la noticia del suceso se divulgó por toda aquella comarca".
Mateo 9, 18-26
Jesús ha hecho un compromiso con nosotros: "Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá". Él mismo se ha comprometido. Y Él no puede romper sus promesas. Entonces ¿porqué se nos hace tan difícil creer en Él con una fe total, sin condiciones, como la del magistrado, cuya hija acababa de morir, o como la de aquella mujer con flujo de sangre desde hacía doce años, que no dudan ni por un segundo que Él pueda dar solución a su problema? Además, la fe en Cristo Jesús y en su poder, es indispensable para alcanzar la salvación ya que por nuestros propios méritos nunca podremos hacerlo, pues Él vino, precisamente, para que, por su Vida, Pasión y Muerte, pudiéramos hacerlo.
Propósito: Hoy repetiré mi oración: ¡Señor, aumenta mi fe y ayuda a mi incredulidad!.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Julio 4 de 2016
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario