Mateo 9, 14-17
Los cristianos tenemos que dejar atrás todas las cosas viejas que no aportan nada a los tiempos nuevos que inauguró Jesús. El creernos seguros, por ser elegidos; el creernos superiores a los demás porque seguimos las normas a rajatabla; el mirar de arriba y de lejos a los excluídos por temor a contaminarnos; el callar cómodamente cuando vemos una injusticia que no es contra nosotros; el mirar para otro lado, fingiendo no ver al hermano necesitado. Y así, todo lo que va contra el mandamiento supremo del Nuevo Reino: "amaos los unos a los otros como yo os he amado". Pero, si dejamos todo esto y adoptamos el nuevo mandamiento de la misericordia como norma de vida, viviremos en una perpetua fiesta porque el Rey, el Novio, está con nosotros y no tendremos necesidad de ayunos y sacrificios: "Misericordia quiero y no sacrificios".
Propósito: Hoy procuraré sonreir como quien de veras está en una fiesta muy agradable.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Julio 2 de 2016
J. RUIZ
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