Mateo 13, 1-9
La semilla que siembra Jesús, el Sembrador, siempre es buena. Es su Palabra, que es lo máximo, que es la Vida eterna. Y esta semilla está a disposición de todos, no sólo de los "tierra buena" y fértil. Sino de todos los que "tengan hambre y sed de justicia", de todos los que sientan sed de eternidad y aquí en la tierra no encuentren donde saciarla. Si la tierra donde cae la semilla no es tan "buena", siempre existe la posibilidad de abonarla, regarla y hacerla productiva. Ese es nuestro trabajo. Ya el hacerla germinar, crecer y frutecer, es cuestión del que todo lo puede, porque nosotros no somos sino instrumentos imperfectos en su mano maestra. Dejémosle que haga su trabajo.
Propósito: Hoy, con la lectura de la Palabra y la oración, trataré de "abonar" un poco mi tierra árida, para que pueda, si Él lo quiere así, germinar y dar fruto.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Julio 20 de 2016
J. RUIZ
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