Lucas 21, 1-4
Indudablemente la generosidad de los que tienen bienes en abundancia es la que hace que la Iglesia pueda marchar con más rapidez y eficacia hacia adelante en la construcción del Reino de Dios. Pero los pilares espirituales sobre los que se asienta ese edificio, los forman las pequeñas contribuciones, a veces insignificantes y que nadie ve ni cuantifica, de personas que, como la viuda pobre del Evangelio de hoy, dan todo lo que tienen, aunque para ellas signifique un día mas de supervivencia. Pero el Padre Bueno ve con mejores ojos esa generosidad que nace del amor y de la fe, que la que viene de la abundancia que sobra, pero está desprovista de sentimientos que la dignifiquen.
Propósito: Hoy pediré al señor su ayuda que me permita poner, en mis pequeñas contribuciones, los sentimientos que las hagan agradables a sus ojos y benéficas para quien las necesite.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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