Lucas 19, 41-44
El egoísmo que nos arrastra a ese individualismo deshumanizado y deshumanizante, es lo que, después de más de veinte siglos, mantiene llorando a Jesús, el Dios de la Misericordia. El terrorismo violento, la injusticia social, la violencia económica, del mundo de hoy, no sé si será peor que en sus tiempos, pero sí es algo aterrador: no queremos entender que, mientras se siga negociando con armas, mientras se siga queriendo acumular bienes y riquezas por parte de unos pocos, a costa de las carencias de muchos, no es posible que haya paz. Si no toleramos ni olvidamos cualquier presunta ofensa, proferida tal vez sin intención, no estamos mostrando misericordia, y sin ella no es posible la convivencia, no es posible mantener la paz. Por eso el llanto de Jesús: no reconocemos su mensaje de paz. Somos el Pueblo escogido, pero no queremos entender que la única Ley que aquí rige es la del amor, reglamentada por la compasión, el perdón y la misericordia.
Propósito: Hoy mi oración será: Señor, ilumíname para que pueda entender tu mensaje y ayúdame a vivir de acuerdo a él.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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