Lucas 4, 31-37
Las gentes se maravillaban porque la Palabra de Jesús tenía poder.- Y tenía poder porque estaba libre de intereses personales o de afán de lucirse. En las palabras de Jesús no había odio, ni ofensas, ni gritos. Sólo humildad, amabilidad, ternura, paz, serenidad, perdón, misericordia, luz y, sobretodo, verdad. Y "la verdad os hará libres", dijo Él mismo un día. Y nosotros, si nos hemos resuelto a seguirle, tenemos que luchar por imitarle y hacer que nuestras palabras se parezcan lo más posible, en su significado y en su expresión, a las suyas, para que también ellas sean eficaces y tengan poder para vencer el mal que, bajo tantas formas, se nos sigue presentando a la vera del camino. Hagamos, con humildad y con fe, que la Palabra de Jesús sea poderosa en nosotros y se haga luz para nosotros mismos y para los demás.
Propósito: Hoy tendré cuidado en la forma de expresarme ante los que me rodean buscando ser siempre amable.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Septiembre 5 de 2017
J. RUIZ
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