"...En aquel tiempo Jesús alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas".
Lucas 6, 20-26
En este mundo sólo tenemos dos caminos: el de la vida o el de la muerte.- El de carencias, necesidades y dificultades, incomprensiones, juzgamientos y persecuciones. Este es el de los pobres, necesitados, excluídos y perseguidos. Parece difícil, pero es el que lleva a la Vida. A la Vida eterna en el Reino de misericordia, amor, justicia y paz, y donde, con la posesión de Dios, ya lo tenemos todo. En cambio el otro, el de la eterna zona de confort, en el que todo se nos hace fácil, nada nos falta y no hay preocupaciones; en el que todo es amabilidad y diversión y lujos, ése, "el camino ancho y llano", lleva a la muerte, en donde no habrá paz, ni amor, ni misericordia: sólo justicia. Pensemos en ello y a qué meta queremos llegar y entenderemos las Bienaventuranzas.
Propósito: Hoy procuraré tomar conciencia del porqué de esas pequeñas o grandes dificultades que se atraviesan en mi camino, y recordaré que Jesús siempre estará ahí para ayudarme en los pasos difíciles.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Septiembre 13 de 2017
J. RUIZ
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