Lucas 6, 12- 19
"...y se pasó la noche en la oración de Dios...Y los que eran molestados...quedaban curados...porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos." La elección de los apóstoles, como la permanencia y la vigencia de la Iglesia de hoy, a través de 20 siglos de avatares, es el fruto de esa "oración de Dios" en que Jesús vive inmerso, especialmente cuando las acciones a tomar son, de alguna manera, especiales, como la escogencia de quienes serían los pilares inamovibles de la Iglesia y, posteriormente, la elección de un nuevo Papa. Es que la oración es la estación donde se recarga el espíritu del combustible que ha de mantener en marcha el motor de nuestras vidas mientras realizamos la misión de proclamar el Reino de Dios a todos los hombres. Que no nos dé pereza orar, y hagámoslo con confianza y con fe, que nuestro Padre siempre está deseoso de saber de nosotros, de nuestros proyectos, de nuestros éxitos y fracasos, para animarnos y fortalecernos con la gracia y la alegría de su espíritu.
Propósito: Hoy me he convencido de la necesidad de la oración. Señor, enséñame a orar.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Septiembre 12 de 2017
J. RUIZ
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