Lucas 7, 11-17
Jesús se nos revela hoy como Señor de la Vida y como Dios compasivo.- Tiene poder sobre la vida y la muerte. Por eso, encontrarse con Él, o mejor, dejarse encontrar por Él, es ganarse la lotería pues, si queremos, tendremos vida y vida eterna. Y es compasivo y misericordioso porque la viuda no implora por que le devuelvan a su hijo. Sólo llora desconsolada. Y esto toca el corazón de Jesús que no puede permanecer sin hacer nada. Y, con un consuelo a la madre: "no llores", un toque al féretro, y una orden al joven: "a tí te digo: levántate", resuelve de la manera más gloriosa el problema, al parecer ya sin solución, de aquella madre, devolviéndole la vida a su hijo y entregándoselo a ella para gloria del Padre que está en los cielos. Poder y misericordia. O poder para ser misericordioso. Es el que tiene Jesús y muchas veces ni siquiera tenemos que pedirle que lo ejerza. Su compasión es más que suficiente para mover su corazón. Dejémonos encontrar por Él y dejémosle que ejerza en nosotros su misericordia.
Propósito: Hoy procuraré estar atento al paso del Peregrino de Emaús, para que me vea con ojos compasivos.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Septiembre 19 de 2017
J. RUIZ
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