"...Mientras iban caminando, uno le dijo a Jesús: Te seguiré a donde quiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza. A otro dijo: Sígueme. El respondió: Déjame ir primero a enterrar a mi padre. Le respondió: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios. También otro le dijo: Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa. Le dijo Jesús: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios".
Lucas 9, 57-62
Si decidimos seguir a Jesús, es para las que sea. Todos esos "muertos" que arrastramos por el mundo, nuestros afectos, nuestras querencias, nuestros gustos, tenemos que dejarlos en lugares secundarios, porque primero está el que es Único, el que ES. Pero si primero queremos atender nuestros negocios, a nuestros amigos, a nuestros familiares, dejarlo todo organizado y seguro, "no somos aptos para el Reino de Dios". No es abandono cruel e injusto. No. Es, simplemente, saber entender y discernir qué es primero, y ser capaces de actuar en consecuencia. La radicalidad del Evangelio consiste en sacar de nuestra vida diaria todo aquello que, de alguna manera, nos obstaculiza el camino, aún sabiendo que "el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
Propósito: Hoy examinaré con cuidado qué "muertos" se me siguen atravesando en el "camino".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Septiembre 28 de 2016
J. RUIZ
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