Lucas 8, 1-3
Las mujeres: otro grupo excluído. Junto con los pobres, los leprosos, los pecadores y los niños eran la piedra en el zapato para los fariseos y maestros de la Ley de aquellos tiempos. Jesús se reunía, comía y compartía con ellos y decía que de ellos era el Reino de los cielos. Y aún hoy día la mujer sigue, en muchas culturas, sin poder conquistar su pleno reconocimiento a la igualdad. Y en otras muchas, ese reconocimiento es sólo de palabra, llegando a discriminársele laboral y hasta socialmente. Pero Jesús, con su inclusión en el equipo, quiso dejarnos muy claramente establecida la importancia que para la propagación del Reino tenían las mujeres. Y hoy siguen marchando a la cabeza de todos los equipos eclesiales, haciendo patente, con su sensibilidad, la necesidad de operarios que vengan a trabajar en la recolección de los campos ya maduros.
Propósito: Hoy, y en adelante, trataré de mirar con más respeto y admiración la colaboración de las mujeres.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Septiembre 16 de 2016
J. RUIZ
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