Lucas 8, 16-18
Una buena vela es aquella que se consume hasta el final. Y si algún golpe o viento fuerte la apaga, puede volverse a encender sin problemas y seguir iluminando las tinieblas. Esa es la misión del cristiano: ser vela que, con su forma de vida, va alumbrando las tinieblas del mundo que la rodea, resistiendo los vientos que tratan de apagarla, y mostrando el camino a los que, por cualquier circunstancia, andan entre sombras. No somos luz para esconderse ni para taparse. Debemos estar expuestos y brillar "para que los que entren vean la luz".
Propósito: Hoy trataré de identificar cuáles son los principales "vientos" (egoismo, ira, injusticia) que tratan de "apagarme".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Septiembre 19 de 2016
J. RUIZ
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