Lucas 7, 11-17
El dolor en el mundo siempre estará presente. Y siempre estaremos superados por él. Pero esa impotencia no debe anonadarnos. No olvidemos que "un gran profeta se ha levantado entre nosotros". Ante el dolor de todas las madres de hoy que lloran a su hijo ahogado en una barcaza de exiliados; o que buscan desesperadas a su hijo extraviado por los caminos tramposos de las drogas; o a las que lamentan la desaparición de su esposo por ser una molestia que denuncia la injusticia ante los poderes legalmente constituidos, reaccionemos, no sólo con el sentido común que nos dice que no faltará nunca el dolor, sino con un sentido sobrenatural que nos haga capaces de recurrir al Único que puede aliviarlo y que, desde el fondo de su corazón misericordioso, nos dice : "No llores" y "Venid a mí los que estéis cansados y agobiados, que yo os aliviaré".
Propósito: Hoy trataré de dejar todos mis dolores y preocupaciones ante Jesús Sacramentado con la certeza de que Él sabrá qué hacer con ellos.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. 5 de Junio de 2016
J. RUIZ
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