Mateo 8,23-27
El mismo grito temeroso e implorante de hace dos mil años seguimos lanzando ante las olas y los vientos tempestuosos de este mar embravecido que es el mundo de hoy. Y el Señor, como entonces, nos responde: "¿Porqué tenéis miedo?". Y también, como entonces, tendremos que reconocer: "Por nuestra poca fe". Así como un niño que no se atreve a dormir solo en su habitación por los monstruos que pueblan sus sueños y tinieblas, apenas llega su padre a acompañarlo se queda tranquilo y se duerme plácidamente, por la confianza que le tiene, debemos nosotros reaccionar con toda nuestra fe y nuestra confianza puestas en "aquel a quien hasta el viento y el mar le obedecen", con la certeza de que, mientras Jesús vaya con nosotros en la misma barca, ni "las puertas del infierno prevalecerán contra ella".
Propósito: Hoy volveré a pedir: ¡Señor, aumenta mi fe y ayuda a mi incredulidad!
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Junio 28 de 2016
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario