Mateo 5, 33-37
La verdad no necesita de muchas palabras para ser verdad. No debemos andar proclamando con palabras a montones nuestras convicciones y nuestros pensamientos. Bastan pocas palabras y coherencia con ellas en nuestra forma de vida. Es con el ejemplo, primero que todo, con el que debemos predicar. Con una vida ajustada a la norma máxima y básica que Jesús nos dejó, basta y sobra para proclamar el Nuevo Reino de Dios entre nosotros: "Amaos unos a otros como yo os he amado". Y practicando las Bienaventuranzas en nuestra cotidianidad, amando y sirviendo a Dios y a los demás, iremos avanzando por el camino de la liberación y de santidad, que es vivir la vida como nos enseñó Jesús.
Propósito: Hoy y en adelante procuraré dejar la cháchara y dar al silencio el valor que le corresponde.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Junio 11 de 2016
J. RUIZ
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