Mateo 23, 27-32
¡Y sigue Jesús dando látigo a los hipócritas! Es que el cristiano debe ser transparente ante Dios y ante los hombres; y no debe nunca tratar de parecer lo que no es. Talvez a los hombres los pueda engañar alguna vez, pero a Dios, jamás. Tampoco somos nosotros quiénes para hacer estas críticas: sólo Jesús, que tiene autoridad, puede fustigar, criticar y condenar estas actitudes reprochables, y con mayor razón, si se dan entre nosotros, sus seguidores. A nosotros sólo nos compete amarle a Él, por encima de todo, y a los demás como a nosotros mismos. Amor y oración a Dios. Y amor, acogida y servicio a los demás. Es decir, ser coherentes y anunciar, con la palabra y con la vida, la alegría de los que seguimos a Jesús.
Propósito: Procuraré ser coherente en mis acciones, sin importarme el qué dirán.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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