Yo creo que también nosotros nos sentiríamos tremendamente desconcertados y recelosos si alguien, a quien desde hace más de treinta años conocemos como una persona común y corriente, sin destacarse particularmente en nada, de un momento a otro viene a decirnos que él es el "pan vivo bajado del cielo". Pienso que lo menos que nos produciría sería risa y, talvez, alguna mirada de conmiseración y lástima. Por eso nosotros, como los paisanos de Jesús, de entonces, tenemos que preguntarnos sinceramente: "¿Quién es Jesús?" Tenemos que "escuchar al Padre y aprender" para poder llegar a Jesús, y entonces sí, entender que Él es la vida eterna que el Padre nos envía, para saciar el hambre de eternidad y trascendencia que no se quita nunca y que está grabada en lo más íntimo de nuestro ser. Y así se abrirán los ojos y oídos de
nuestro corazón, y, si queremos ver, veremos; y, si queremos oir, oiremos.
Propósito: Hoy trataré de "escuchar" al Padre viviendo según su Palabra, para poder llegar al Pan de vida que no deja dar más hambre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario