¡Qué cosa funesta son los prejuicios! A Jesús no le prestan atención y lo desprecian en su tierra sólo porque tienen una imagen mental de Él ya preconcebida y formada a lo largo del tiempo que ha compartido con ellos y en el que creen haberle conocido. Y, aunque se maravillan y se preguntan de dónde saca esas palabras sabias y esos hechos extraordinarios, no creen que pueda ser de su verdadera naturaleza, de su verdadero yo, que no conocen, y más bien se escandalizan de él y lo creen demente. ¡Qué podremos decir de nosotros hoy en día, cuando cualquier hecho o noticia es editado, maquillado y acomodado al gusto de quien sea que lo está presentando, y se hace casi imposible conocer la verdad entre tanta basura editada¡. Definitivamente sólo la fe en Jesús podrá ayudarnos a discernir el camino verdadero entre tantas trochas embusteras. No permitamos que Jesús se maraville por la falta de ella en nosotros, sino, más bien, por su grandeza, como la de Jairo o como la de la hemorroísa.
Propósito: Hoy será mi petición: Señor, aumenta mi fe y ayuda a mi incredulidad.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario