Si fuimos bautizados, somos seguidores de Jesús. Y si somos seguidores de Jesús, somos enviados. ¿Enviados a qué? A proclamar la Buena Noticia de que el Reino de Dios ya ha llegado y está entre nosotros. A anunciar que este Reino Nuevo es el Reino del Amor, la Paz y la Justicia. Aquí no mandarán el poder ni las riquezas; las influencias ni las injusticias: el más grande será el mayor servidor de los demás. Y Jesús nos quiere ligeros de equipaje para que no nos enredemos en muchos trebejos ni tengamos demasiadas cosas de qué preocuparnos: un bastón y unas sandalias bastarán. Y la fe en el Espíritu Santo que Él enviará con nosotros a recordarnos sus Palabras y a darnos sabiduría y fuerzas para proclamarla y vivirla. Lo demás es problema de la Divina Providencia que todo lo tiene previsto y proyectado. La mies es mucha, está en sazón y hay que recogerla. ¡Vamos a trabajar!
Propósito: Hoy meditaré sobre la mejor manera de contribuir a la propagación del Reino.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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