A pesar de todo lo que Jesús les había dicho a sus más íntimos y de que habían dejado todo por seguirle, no habían podido entender cómo eran las cosas. Dos de ellos, utilizando lo que hoy llamaríamos tráfico de influencia maternal, quieren conseguir privilegios sobre los demás. A la madre no hay que culparla. Al fin y al cabo ellas siempre lucharán por lo que consideren mejor para sus hijos. Pero la actitud de ellos sí es reprochable. Y también en nosotros que, seguramente, muchas veces hemos querido ser un poco más que los que están en nuestro entorno. Pero Jesús nos lo deja muy clarito, como para que no quepan más dudas: "El Hijo del hombre - hubiera podido añadir: Yo, que lo puedo, todo" - no ha venido al mundo a ser servido, sino a servir". "El que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo". Y el Papa Francisco nos recordaba hace poco que: "Una Iglesia que no sirve, no sirve para nada". Servicio a los demás, si queremos hacer algo que de verdad tenga importancia en el Reino que Jesús vino a traer hasta nosotros.
Propósito: Hoy procuraré no dejar de prestar un servicio que me sea solicitado por cualquiera.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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