Marcos 6, 30-34
El descanso es indispensable para un buen aprovechamiento del resto del tiempo. Hasta Dios, cuando terminó su Creación, descansó para contemplar y disfrutar de su obra. Es necesario cuando se está cansado, es decir, después de trabajar. Se necesita recogimiento en silencio y soledad, pues si, en los días de vacaciones vamos a dedicarnos a diversiones desenfrenadas y a quemar más adrenalina que en los días ordinarios, acabaremos más cansados y estresados de lo que comenzamos. El dedicarnos tan sólo a la acción nos puede hacer perder el rumbo por físico cansancio, y nos puede pasar como a Martha, la de Betania, que por ello perdió la mejor parte: descansar a los pies del Maestro. Nuestro obrar debe estar siempre motivado por los mismos sentimientos de Jesús: compasión y misericordia por los demás, por los que puedan estar desorientados y "como ovejas que no tienen pastor" que las guíe y las conduzca a mejores pastos y a las aguas frescas.
Propósito: Hoy procuraré que mi descanso sea a los pies del Maestro, escuchando sus Palabras y consejos en lugar de hablar de mis necesidades, que ya Él conoce.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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