Ser "pequeños" como un granito de mostaza, o "poquitos", como la levadura, no tiene importancia. Fue a los pequeños a quienes Dios tuvo a bien revelar los secretos del Reino. La cantidad, la fuerza o la grandeza, poca importancia tienen para Dios: Él es omnipotente. Y esa semillita, así pequeña, que, por su gratuidad nos ha sido concedida, si nosotros la acogemos en nuestro corazón, la abonamos y la cultivamos allí con amor y perseverancia, un día, sin darnos cuenta, como tampoco vemos germinar la semilla, veremos que está dando frutos sanos y abundantes, de acuerdo con el proyecto del Señor.
Propósito: Hoy pediré al Buen Dios que me ilumine acerca de cómo cultivar mejor mi "semillita" para que pueda dar el rendimiento esperado por Él.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario