Juan 1, 29-34
"Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el elegido de Dios", dijo Juan, el Bautista. La liturgia nos está recordando en estos días posteriores al Nacimiento de Jesús la necesidad que tenemos de ser testigos y de proclamar ante todas las gentes la grandeza y la verdad de estos hechos. No podemos quedarnos callados, ni sentirnos apenados de hablar de ellos a cuantos nos rodean: en la familia, en el trabajo, en el vecindario. Es nuestra misión de bautizados, de creyentes, de discípulos, porque así nos lo ordenó aquel a quien decimos seguir. Y, como Juan, debemos preparar los caminos del Señor, convirtiéndonos, y gritando a los demás que se conviertan, que cambien su forma de relacionarse con Dios, acogiéndole como Palabra, con el corazón abierto y dispuesto a vivir esa Palabra como eje principal de nuestra vida.
Propósito: Hoy examinaré, ayudándome con alguna lectura, lo que significa conversión.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Enero 3 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario