Marcos 1, 29-39
La escena descrita por Marcos en el Evangelio de hoy nos presenta a Jesús "modelando" lo que debe ser la vida diaria de todo cristiano: Contemplación y Acción, trabajo y oración. Y ¿cuál es su trabajo? Servir sin condiciones a los demás, sanando sus males, curando sus heridas, consolando sus tristezas, y predicando la Buena Nueva del Reino de Dios. Y luego, cuando al fin se puede retirar a un merecido descanso, se reune con su Padre en diálogo confiado para hablar de sus actuaciones y de sus proyectos. Y nosotros ¡cuántas veces no decimos: es que no tengo tiempo! No, el "tiempito para Dios" siempre hay que sacarlo. Todo es cuestión de organización. Revisemos nuestra agenda y veremos la cantidad de cosas inútiles con que la llenamos. Veremos que está llena de cosas "urgentes", pero notaremos que estamos dejando de lado las que verdaderamente son "importantes". Tomémonos el "tiempito para Dios" y ahí encontraremos y prepararemos la solución y ejecución de muchas de las cosas "urgentes".
Propósito: Hoy seré fiel en sacar el tiempo para hablar con mi Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Enero 14 de 2015
J. RUIZ
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