Marcos 1, 14-20
El Evangelio de hoy nos sigue hablando del llamado y de la vocación. Un trabajador de una empresa grande y respetable, como Ecopetrol o Cementos Argos en nuestro país, se siente orgulloso de pertenecer a ella y dondequiera lo proclama. Y los cristianos que estamos en la Empresa más grande del mundo y de la historia, ¿no nos sentimos orgullosos de haber sido llamados a formar parte de ella? Talvez a veces nos pueda parecer un tanto ridículo seguir a Jesús, hoy, tratando de construir su Reino cuando lo que este mundo quiere son sus ídolos deportivos, de farándula o el poder casi omnímodo del dinero. Pero no olvidemos que esta Empresa comenzó hace poco más de dos mil años con cuatro pescadores ignorantes y anónimos en un pueblito olvidado a la orilla del mar de Galilea, y, a pesar de las persecuciones y toda clase de dificultades, ahí continúa creciendo incontenible. Y con capitanes como el Gran Pablo, cuya conversión conmemora y celebra hoy la Iglesia, poniéndolo como ejemplo de misionero, trabajador orgulloso, enamorado y apasionado de la Empresa a la que consagró su vida desde que la conoció, pues para él "lo demás era basura", y por la que también la entregó cuando llegó el momento. Reflexionemos un poco y decidamos, pues "el tiempo se ha cumplido".
Propósito: Hoy pensaré en la grandeza de la Empresa a la que he sido llamado a colaborar.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Enero 25 de 2015
J. RUIZ
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