Marcos 4, 21-25
El amor a Dios y la fe en Él son la luz que no se puede esconder. No tendría sentido:¿para qué queremos o para qué sirve una luz, si la vamos a tener tapada, oculta? El amor es una locura que no se puede esconder. Al contrario, necesita decirse, comunicarse; queremos que todos sepan que estamos enamorados y que todos conozcan la maravilla del ser que nos tiene así. Ni al amor ni a la fe se le pueden poner límites: llevan en sí mismos una exigencia de crecimiento, madurez y servicio a los otros que no puede ser coartada por nada ni por nadie, y menos por las banalidades de un mundo que no piensa sino en el individualismo egoista del tener y tener, del acumular y acumular, sólo para mí. Y no olvidemos tampoco que debemos ser muy amplios para juzgar al otro porque "con la medida con que midáis, se os medirá".
Propósito: Hoy evitaré el juzgar a alguien.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Enero 29 de 2015
J. RUIZ
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