Lucas 21, 20-28
En estos últimos días del Año Litúrgico parece que los mensajes de la Iglesia, en las lecturas diarias, fueran de terror y desesperación. Pero para los cristianos, si de veras creemos, no tiene porqué ser así. Si creemos que lo que vendrá luego será el comienzo de una vida eterna y plena de felicidad, estas escenas terroríficas no serán más que la liberación de los poderes que aun nos tienen atados al mundo material, y, entonces, estos mensajes son de esperanza y alegría porque se acerca el cumplimiento de nuestras expectativas. Pidamos al Padre su Espíritu Consolador para que nos ayude a comprender y aleje de nosotros el terror. Vivamos preparados porque seguimos sin saber el día ni la hora, pero esperando con fe y confianza en Aquel que no quiere que ninguno de nosotros nos perdamos.
Propósito: Hoy viviré con alegría pensando que cada vez está más cerca la llegada a la Casa del Padre.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Noviembre 27 de 2014
J. RUIZ
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