Lucas 17, 20-25
Jesús ya vino y nos dejó su presencia. Y Él es el Reino. Por eso ya está entre nosotros. Pero para que lo esté completamente es necesario que le abramos nuestro corazón y le permitamos actuar en nosotros. Es necesario que la presencia de Jesús llegue al corazón de cada uno de nosotros. Y entonces habrá paz y justicia y gozo en el Espíritu Santo, lo que es el Reino de Dios. Si vivimos la vida que Él nos enseñó, de amor y servicio a Dios y a los demás, estaremos viviendo la vida del Reino en donde el amor, la alegría y la paz serán una eterna realidad.
Propósito: Hoy me preocuparé porque el reino de Dios esté dentro de mí.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Noviembre 13 de 2014
J. RUIZ
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