Lucas 19, 45-48
San Pablo nos dice que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, es templo de Dios. Y Jesús nos recuerda hoy que que su casa es casa de oración y no "cueva de bandidos". Y en el Evangelio de Juan se nos define la nueva relación del culto porque ya no necesitaremos de un lugar para orar y hacer sacrificios de animales, sino que será un lugar de "adoración al Padre en espíritu y en verdad". Debemos mirar es si nuestro cuerpo, nuestro espacio interior, es verdaderamente ese lugar de adoración o si lo tenemos lleno del ruido del mercado del mundo que intenta vendernos sus ideas tontas y vacías, pero tentadoras. Mantengamos limpio nuestro interior, siempre dispuesto para recibir en él al cordero víctima verdadera inmolada una vez y para siempre por nuestra salvación, y para integrar nuestra vida en un todo a la de Él.
Propósito: Hoy procuraré limpiar mi espacio interior de las ideas mundanas que impiden llenarlo con lo que verdaderamente vale la pena: la Palabra de Dios, Camino, Verdad y Vida.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Noviembre 21 de 2014
J. RUIZ
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