Lucas 19, 1-10
En el Evangelio de hoy Jesús nos muestra cómo Dios no se interesa por nuestra vida pasada: quiere para nosotros una vida nueva en la que reinen la alegría, el amor y la paz de la justicia. Y nos pone como ejemplo a Zaqueo, un hombre de no muy buena reputación entre el pueblo pues trabajaba como cobrador de impuestos para los romanos, invasores y opresores del pueblo, y, además, era muy rico. Pero Jesús lo mira cuando trata de verlo subiéndose a un árbol, sin importarle el ridículo que talvez estaba haciendo, pues, por ser de baja estatura, no lograba verlo por entre el gentío. Y, sin más, se hace invitar por él. Y él, lleno de alegría, lo recibe y siente cómo su vida cambia en seguida y decide devolver lo que talvez había cobrado de más, reconociendo su falta pero tratando al mismo tiempo de hacer justicia. Hagamos como Zaqueo: reconozcamos nuestras faltas, no tengamos miedo al qué dirán y convirtámonos de veras. No dejemos pasar la oportunidad, trepémonos a nuestro "árbol" y hagámonos "ver" de Jesús para que también a nosotros, como a Zaqueo nos diga que somos hijos de Abraham y que el Hijo del hombre vino a salvarnos como lo que estaba perdido.
Propósito: Hoy me haré "ver" de Jesús y le invitaré con alegría y pediré su ayuda para que no le deje ya más de mi lado.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Noviembre 18 de 2014
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario