Mateo 5, 20-26
La justicia del cristiano tiene que llegar al límite de lo irreal.- O sea que tiene que ir mucho más allá que el cumplimiento frío de la letra de la Ley. Porque la justicia del cristiano debe basarse y afianzarse en el amor y no sólo en la obligatoriedad de la Ley. Y la conversión que la Iglesia nos recomienda en estos tiempos de Cuaresma es precisamente la que nos lleve a cambiar nuestra perspectiva de las relaciones con los demás, acogiéndolos a todos, sin acepción de personas, con perdón y misericordia, como nuestro Maestro nos enseñó. Ése sería el cambio ideal en este mundo de hoy, egoísta e individualista, que nos podría devolver la paz y la tranquilidad tan añoradas y que cada vez parecen más lejos. Pero jamás olvidemos que lo que es imposible para nosotros, para Dios no lo es.
Propósito: Hoy renovaré mi propósito de no guardar rencor a nadie, y pediré para ello, la ayuda y la fuerza del Espíritu Consolador.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Marzo 10 de 2017
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