miércoles, 1 de marzo de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará".
                                                                                      Mateo 6, 1-6.16-18
        Paras los cristianos comienza un tiempo para reacomodar las cargas.- En el camino que llevamos rumbo a la vida eterna se nos ofrece, a partir de hoy, nuevamente la oportunidad de repostar, reforzar y reacomodar la vida que estamos llevando. Es un tiempo para la conversión, para cambiar nuestra forma de vida si, después de revisarla, vemos que va un poco desajustada, ladeada o recargada para un lado. Y la Iglesia católica nos ofrece, con el tiempo de Cuaresma, cantidad de oportunidades y de ayudas para lograrlo: meditaciones, celebraciones litúrgicas acordes con la ocasión, lecturas edificantes, ilustraciones sobre cómo reconocer el rostro de Jesús en el cansancio y la tristeza de los más necesitados y poder así aliviar, en su nombre, sus aflicciones. Pero nos recomienda que todo ello sea en el refugio y en el silencio de nuestro corazón, no para que los demás se enteren, sino para que "el Padre, que ve en lo secreto, nos recompense". 
Propósito: Hoy seré consciente del tiempo que comienza para tratar de aprovecharlo lo mejor posible.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Miércoles. Marzo 1 de 2017
J. RUIZ

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