Lucas 12, 39-48
Jesús tocará a nuestra puerta cuando menos lo pensemos. No sólo a la hora de nuestra muerte Él llegará a nosotros. En cualquier momento de cualquier día y de cualquier manera, su presencia se hará real en nuestra vida: una lectura de la Biblia o de cualquier otra lectura edificante, la exhortación de un buen sacerdote, el consejo de una amigo, ser testigos de una injusticia contra nosotros o contra los demás, en fin, algo un día tocará las puertas de nuestro corazón y sabremos que el Reino ha llegado. Lo que entonces necesitamos es estar despiertos y listos, con aceite en nuestras lámparas, para decir: "aquí estoy, Señor", levantarnos y seguirle, aceptando los dones o carismas que nos ha regalado y asumiendo la responsabilidad de que, "si son muchos, se nos reclamará más".
Propósito: Hoy recordaré el lema de cuando, en épocas ya lejanas, era boy scout: "¡Siempre listo!", sobre todo para servir a los demás.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles.Octubre 19 de 2016
J. RUIZ
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