"...En aquel tiempo decía Jesús: Pero, ¡ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello. ¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo! Uno de los legistas le respondió: ¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a nosotros! Pero él dijo: ¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!"
Lucas 11, 42-46
El amor a Dios y la justicia es lo "que hay que practicar aunque sin omitir lo demás". Todas las obras buenas que podamos hacer, si no están soportadas en el amor, no tienen mayor sentido. Y ese amor, de Dios hacia nosotros, es completamente gratuito. Sólo tenemos que dejarnos querer y, con humildad, reconocer que lo necesitamos y que sin él no podremos ser salvados. Y el amor, de nosotros hacia Dios, ha de manifestarse, no solamente en himnos de alabanza y agradecimiento a Él, sino en obras de caridad y misericordia hacia nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados y excluídos por cualquier circunstancia de la sociedad, porque "cualquier cosa que hagamos a uno de estos pequeños, a mí me lo hacen".
Propósito: Hoy procuraré ser consciente de los motivos con que ejecuto mis acciones.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Octubre 12 de 2016
J. RUIZ
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