Juan 16, 20-23
La alegría de que habla Jesús es como "la paz que el mundo no da" y que sólo Él puede dar. Por eso "nadie os la podrá quitar". Y entonces ya no preguntaremos nada. ¿Qué podríamos preguntar si ya todo lo tenemos? ¿Qué más podríamos desear? ¿Qué más podríamos querer? Si estamos llenos de Dios ¿qué más nos hace falta?. Sólo tiempo para disfrutar de Él y para compartirlo con todos los que se crucen en mi camino. Es el Reino de Dios que ya ha llegado. Sólo tenemos que tener el corazón dispuesto para dejarlo que haga su voluntad y abandonarnos a su Divina Providencia, como lo supo hacer María, Madre y Maestra de la humildad y de la obediencia.
Propósito: Hoy, con su ayuda y la de María, me abandonaré totalmente a la voluntad de Dios.
¡ FELIZ DÍA, JESUS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
MES DE MAYO: MADRE DE LOS POBRES, RUEGA POR NOSOTROS
J. RUIZ
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