Son días de despedida y, como en todas las despedidas, a su alrededor ronda la tristeza. Por eso Jesús trata por todos los medios de consolar a sus amigos. Hoy nos dice que es mejor que se vaya para que pueda enviarnos al Consolador, el Espíritu del Padre, que será quien nos recordará y explicará sus Palabras y nos dará la fuerza necesaria para vivirlas y, por medio de nuestro testimonio de vida, difundirlas y proclamarlas por todo el mundo y entre todas las gentes. Podrá irse y permanecer con nosotros, a pesar de la aparente contradicción, porque va al Padre y, como el Padre permanece en nosotros y con nosotros, también Él lo hará. Su Espíritu no nos dejará olvidar lo que es el pecado, el rechazo de Dios; nos enseñará lo que es la justicia que el mundo no quiere reconocer, y saldrá victorioso sobre el Príncipe del mal, que ya ha sido juzgado. Dejémoslo actuar en nuestras vidas. Eso es lo que quiere Jesús cuando nos promete que nos lo enviará.
Propósito: Hoy pensaré que debo estar contento porque Jesús se vaya, para que así pueda permanecer con nosotros en el Espíritu del Padre, consuelo y fortaleza para nuestra vida.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
MES DE MAYO: VIRGEN DE LOS DOLORES, RUEGA POR NOSOTROS
J. RUIZ
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