Lucas 11, 29-32
Así como Jonás permitió que lo arrojaran del barco a la furia de las aguas para calmar la tempestad, Jesús permitió ser arrojado a las tinieblas de la muerte en la cruz para calmar la furia del mal y salvarnos de él; y del mismo modo que Jonás permaneció tres día en el vientre de la ballena hasta ser arrojado sano y salvo en la playa, Jesús permaneció sepultado en la tierra para ser luego resucitado en toda su gloria y esplendor. Esas fueron las señales de Jonás...pero "aquí hay algo más que Jonás". Si entregarse a los sufrimientos y a la muerte, únicamente por amor a nosotros y por buscar nuestra salvación, no es suficiente señal, no habrá otra que lo sea. Tenemos es que abrir los ojos de nuestros corazones para poder "ver" con ellos las señales que, día a día, se patentizan en nuestra presencia sin darnos cuenta: Jesús mismo es nuestra señal.
Propósito: Hoy procuraré "ver" a mi alrededor con mi corazón para identificar las señales.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Febrero 25 de 2015
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario