Ese reproche es todo para nosotros, hombres de poca fe. Seguimos "teniendo ojos y no vemos y teniendo oídos y no oímos". Tenemos que pedir a Dios en nuestra oración que nos conceda el don del discernimiento para saber distinguir lo verdaderamente digno de "verse" y de "oirse", lo que de verdad nos llevará por el camino que conduce a la Casa del Padre. No estemos tan pendientes de los "panes materiales", "levadura de los fariseos", que "no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Leamos los Evangelios con toda la frecuencia que nos sea posible. Si lo hacemos llegará el momento en que no nos podrá faltar ese alimento y cada vez lo recibiremos con más alegría, porque él nos acercará cada día más al Reino de Dios, y cada día seremos menos merecedores de ese reproche: "¿Aún no entendéis?".
Propósito: Hoy leeré con más atención la Palabra de Dios para poder "ver y oir".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Febrero 17 de 2015
J. RUIZ
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