Marcos 6, 45-52
Como los apóstoles a merced de las olas encrespadas, estamos nosotros en este mar revuelto que es el mundo de hoy.- Y a veces nos cansamos porque remamos y remamos y el viento en contra no nos deja avanzar. Es entonces cuando necesitamos la ayuda de aquel a quien el viento y el mar obedecen. Pero tenemos que tenerle confianza y no tenerle miedo. ¿Cómo vamos a temerle si Él es nuestro Salvador, si Él vino a salvarnos, muriendo en una cruz, para que nosotros tuviésemos vida? Simplemente creamos en Él, no lo veamos como un fantasma, y dejémosle actuar que Él sabe muy bien lo que hace y tiene el poder de hacerlo. Si vivimos en oración, en comunicación constante con Él, como lo hacía Él
con su Padre, no tendremos miedo, porque nos sentiremos amados y protegidos, y los vientos y las tempestades de la vida no podrán contra nosotros.
Propósito: Hoy buscaré la cercanía de Jesús para sentirme protegido.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Enero 9 de 2019
J. RUIZ
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