Marcos 2, 18-22
Ya nuestro corazón no puede ser más un odre viejo.- Tiene que abrirse y acomodarse para recibir el vino nuevo que Jesús vino a traernos: el amor, la justicia, el perdón, la solidaridad, la honestidad, la fraternidad. Porque si echamos este vino en el saco viejo del diente por diente, de la soberbia, del egoismo. de la mentira, de la desconfianza en el otro, se va a vinagrar y se va a echar a perder. El ayuno, como también la oración frecuentes, nos van a ayudar, y mucho, para poder ajustar los odres viejos a las nuevas exigencias, sobre todo cuando vengan los días en que Jesús nos pueda ser arrebatado y las cosas se pongan difíciles. Pero sin olvidar que Él nos dio su promesa de estar siempre con nosotros con su yugo suave y su carga ligera.
Propósito: Hoy procuraré que mi corazón se muestre alegre, como odre nuevo listo a recibir, para luego compartir, el vino nuevo.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Enero 21 de 2019
J. RUIZ
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