"...En aquel tiempo, entró Jesús en una sinagoga y había un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: Levántate ahí en medio. Y les dice: ¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende la mano. Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle".
Marcos 3, 1-6
No hay lugar, ni tiempo, ni modo, preestablecidos para hacer el bien.- Hacer el bien implica amar, y para amar y adorar y alabar a Dios, cualquier lugar, cualquiera hora y cualquiera modo es perfecto, con tal de que se haga "en espíritu y en verdad". Pero tantas veces adoptamos la actitud hipócrita de los fariseos, que sabiendo lo que la ley dice y lo que quiere decir, prefieren quedarse callados, esperando que Jesús les dé la oportunidad de un motivo para acusarle. Estamos haciendo eso cuando no intentamos ayudar a alguien que lo necesite, cuando sólo miramos en una dirección, la que nos convenga, y cuando queremos tener a los demás a nuestro servicio, en lugar de ver cómo podemos servir. Miremos a Jesús y tratemos de ver como Él, con el corazón compasivo y misericordioso.
Propósito: Hoy no dejaré pasar la oportunidad que se me pueda presentar de prestar algún servicio a alguien.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Enero 23 de 2019
J. RUIZ
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