Marcos 1, 29-39
Trabajar y orar, parece ser la consigna de Jesús en su rutina diaria.- Sale de la sinagoga y va a donde están los que lo necesitan, donde está el trabajo y en esas se pasa todo el día: curando a todos de todos los males y expulsando demonios, a los que prohibía hablar porque a Él no le interesaba figurar, sino curar, sanar y salvar. Y después de descansar un poco, pues todavía era de madrugada, va a un lugar solitario a conversar con su Padre, a orar, para luego, con sus discípulos, dirigirse a otros lugares a seguir predicando y proclamando la Buena Noticia de la llegada del Reino, y continuar curando y auxiliando a personas desconocidas pero necesitadas "porque para esto he venido". La oración continua es garantía de eficacia en la labor que realicemos. Miremos el ejemplo de Jesús, nuestro hermano, y tratemos de imitarlo. Ese es el camino.
Propósito: Hoy trataré de hacer algún favor a alguien, aunque no lo conozca, sin olvidar "un tiempito para Dios y su Palabra".
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Enero 16 de 2019
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario