Lucas 14, 15-24
¡No es posible que rechacemos una invitación a cenar de parte de la persona más importante del universo!.- No es posible, pero así lo hacemos cada vez que consideramos más importantes las cosas terrenales (compra de terrenos, de bueyes, de edificios, reuniones de negocios) que el llamado a hacer comunidad en la Santa Misa alrededor de la Sagrada Eucaristía. No es posible que no queramos asistir a una fiesta donde hay alegría en el compartir de exquisitos manjares, buena música, y compañía, seguramente inmejorable. Si lo hacemos así es porque no tenemos esperanza que es la que nos hace vivir en la alegría expectante de un mañana maravilloso. ¡Ánimo, pues!. Vamos a la fiesta y aportemos nuestra propia alegría, compartiendo con todos los invitados nuestros propios dones y talentos.
Propósito: Hoy evitaré rechazar cualquier invitación a la Casa del Señor.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Noviembre 7 de 2017
J. RUIZ
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