Lucas 21, 5-11
Los creyentes somos los ladrillos del verdadero Templo de Dios.- Porque aquí, en el corazón de cada uno, es donde podemos adorar al Señor "en espíritu y en verdad", como le explicara, en ocasión memorable, Jesús a la Samaritana. Está bien que los templos sean acogedores y tengan comodidades, como respeto a la grandeza y al poder de Dios a quien en ellos acudimos a adorar. Pero cualquier suntuosidad allí sobra, no es necesaria y más bien podría ser un insulto a la opción preferencial por la pobreza y sencillez que siempre caracterizó al Dios hecho hombre. Así que lo que en realidad importa no es la belleza y calidad de los materiales de las iglesias, sino la suntuosidad del corazón de quienes queremos ser "ladrillos"vivos en el nuevo templo que Jesús va construyendo para estar Él en medio de nosotros.
Propósito: Hoy tomaré conciencia de que debo ser un "ladrillo" sólido y fuerte en el nuevo templo del Dios de la Vida.
FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Noviembre 28 de 2017J. RUIZ
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