Lucas 18, 1-8
La oración es la voz de la fe, es la expresión de nuestra confianza en Dios.- Y, por lo mismo, tiene que ser constante y perseverante, no debe desfallecer por desconfianza o por cansancio. Debemos orar para alabar a nuestro Padre por su grandeza omnipotente. Debemos orar para agradecer a Dios su misericordia y bondad infinitas y por su perdón sin memoria de nuestras infidelidades. Y debemos orar para pedirle tantas cosas que necesitamos, especialmente los dones de su Espíritu, para que nos guien, fortalezcan y nos ayuden en el continuo peregrinar por este mundo, con la paciencia y perseverancia necesarias para llegar a la meta propuesta del Reino del amor, de la justicia y de la paz.
Propósito: Hoy repetiré las palabras de los discípulos a Jesús: ¡Señor, enséñanos a orar!.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Noviembre 18 de 2017
J. RUIZ
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