Lucas 13, 18-21
Las grandes, hermosas y perennes obras no se logran de la noche a la mañana.- Se necesita años de preparación y de ejecución y se van haciendo grandes, hermosas y perennes a medida que avanza el tiempo, siempre y cuando perseveremos en el empeño con firmeza y con constancia. Lo mismo que la semilla y la levadura de la parábola que, de pocas y pequeñas, se vuelven, la una grande como un árbol, y la otra es capaz de fermentar una gran cantidad de harina. Nosotros siempre queremos que las cosas se hagan totalmente y de un día para otro. Pero Jesús nos enseña que las cosas no son así: deben ser decantadas por el tiempo y la perseverancia. Por eso debemos tener la fe y la esperanza de que el Reino de Dios, que llegó con Jesús para quedarse, se expandirá y se hará fuerte, como pequeña semilla plantada por Él en el corazón de aquellos pocos y pequeños hombres sencillos y humildes y, por su infinita misericordia, en el de los hombres de buena voluntad de todos los tiempos y lugares.
Propósito: Hoy seré consciente de la necesidad de perseverar en la oración y en la lucha constante, y en la esperanza firme de que será realidad.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Octubre 31 de 2017
J. RUIZ
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