Lucas 6, 12-19
La santidad no es cosa de grandes obras o de sucesos espectaculares.- Es la que sabe vivir sencilla y fielmente las exigencias evangélicas de amor y servicio a Dios y al prójimo, como lo hizo María, y como lo hicieron los dos apóstoles cuya fiesta celebra hoy la Iglesia: Simón, el Zelote y Judas Tadeo. Casi anónimos, es muy poco lo que sabemos de ellos. El Zelote, era llamado así por pertenecer a una guerrilla de resistencia al imperio romano, y el Tadeo significa Valiente. Así que por lo menos sabemos que eran echados para adelante y apasionados por sus convicciones, y que estarían felices con las palabras de Jesús en el Evangelio de ayer: "No vine a traer la paz a la tierra, sino guerra". En contraste con otros como Juan y Felipe, de corte más pacífico, de formación helenística y enemigos de la violencia. Así eran los pilares de la Iglesia, así los escogió Jesús: de todos los genios y talantes, pero todos "sin doblez" y "para las que sea" Y así sigue escogiéndolos hoy porque todos somos necesarios para contribuir con nuestros "talentos", y "en las que sea", a la propagación de su Reino, cada uno apoyado en el soporte insustituible de la comunicación frecuente y confiada con el Padre en la oración.
Propósito: Hoy recordaré que yo no tengo que imitar "santidades", sino vivir de acuerdo con las exigencias del amor a Dios y a los demás.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Octubre 28 de 2017
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario