Mateo 18, 1-5.10
Para poder entrar en el Reino de los cielos, hay que ser como un niño.- Y ¿cómo es un niño? Sin malicia: disfruta de un misterio sin tratar de comprenderlo. Confiado: piensa que sus padres resolverán todos sus problemas. Alegre: no ve sino las cosas buenas de toda situación. Humilde: no le importa ser el último si tiene lo que lo hace feliz. Tampoco le importa ser pequeño: así se puede acomodar en cualquier rinconcito. En fin, es descomplicado. Todo lo contrario de lo que somos los adultos que hasta lo más sencillo lo volvemos un enredo total. Y, como si fuera poco, "sus ángeles en en los cielos, están en continua comunicación con el Padre" y a su servicio personal, cuidándolos de todos esos peligros que ellos, en su inocencia, ni siquiera se imaginan. Por eso, hoy, es el día de pedir a nuestros ángeles custodios que no nos dejen dejar de ser niños y que nos cuiden, como si lo fuéramos.
Propósito: Hoy me abandonaré en la confianza de mi Padre de una manera total, con la certeza de que no me dejará de su mano.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Octubre 2 de 2017
J. RUIZ
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