Lucas 11, 1-4
Para orar debemos ponernos en la disposición de un niño para hablar con su padre.- Sin discursos elaborados, ni temores frustrantes, sino con alegre confianza y con fe plena en su poder protector y en su misericordia infinita. A veces talvez ni decimos nada, sólo tenemos la disposición de escuchar con los oídos y con el corazón las Palabras de sabiduría y de perdón que son las que se sabe Jesús, y que son el camino por el que hemos de transitar en nuestro viaje hacia el Reino, en compañía de toda la humanidad, por lo que nuestra oración siempre debe ser en plural, aunque estemos solos: escúchanos, perdónanos, protégenos, ayúdanos, y pedirle a la Madre del Maestro, que fue quien le enseñó a Él, que nos enseñe también a nosotros.
Propósito: Hoy, al rezar el Padrenuestro, trataré de recordar cómo lo hacía cuando mi madre me lo enseñaba.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Octubre 11 de 2017
J. RUIZ
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